El otro día vi esto por ahí:
Si regentas un restaurante, le puedes añadir la expresión «…de la abuela» a cualquier plato de la carta y cobrar 25 euros más por cada uno.
¿Será verdad?
Si pasara Chicote por ahí…
Hablemos de precios.
Todo es percepción, según cómo lo presentes y cómo lo miren.
Y las palabras crean percepciones.
En la entrevista que mantuve con el copywriter Isra Bravo dejó algunas ideas muy claras:
- El precio es solo un elemento más. Antes pensaba que era lo más importante y que la gente solo se fijaba en eso. Hay gente dispuestas a pagar mucho más por valores añadidos pero tienes que saberlo reflejar.
- Si dices lo mismo que todo el mundo tienes que ir a precio.
- Si sabes comunicar puedes subir el precio y parecer mucho más atractivo.
- Consejo: cuando vayas a poner precio a lo que ofreces… añade siempre un 20% más.
Evidentemente, si añades «…de la abuela» a tus platos, lo que vendes tiene que estar al nivel de tu abuela (!!). Eso primero.
Luego hay que saber comunicarlo para venderlo: palabras bien seleccionadas para las personas adecuadas. Tus textos son el puente entre tu propuesta y tu gente. Haz que se deslicen por él como el tobogán de Aqualandia.
Nos vemos en el restaurante,
Cento Carbó