¿Y si resulta que aquello que evitamos es precisamente nuestro salvoconducto?
El otro día me pasaron un artículo de Byung-Chul Han, el filósofo.
Me quedé con una idea:
“La realidad se experimenta gracias a la resistencia que ofrece”.
Para VIVIR con mayúsculas se precisa de la fricción, el conflicto, la negatividad.
De ahí emana la fuerza que necesitamos para crear, a pesar de las circunstancias o gracias a ellas.
Uno de los mejores consejos que he recibido: póntelo difícil.
Aunque a veces ya se pone la vida difícil ella solita.
¿Por qué puede ser positiva la negatividad?
Observa la mayoría de mensajes que nos da la industria del desarrollo personal o la espiritualidad mal entendida:
- Pide y se te dará.
- Si quieres, puedes.
- Todo está en ti.
- Piensa en positivo.
- Nada es imposible.
- La vida es de los valientes.
- Tú eres tu peor enemigo.
- Sigue las señales del Universo.
- Sé tú mismo.
- Lo mejor de la vida es gratis.
- Piensa en grande
- Abracadabra pata de cabra.
El mundo del desarrollo personal está lleno de buenas intenciones, optimismo desorbitado y promesas tremebundas.
Solo tienes que echar un vistazo a los más vendidos de autoayuda en Amazon: 30 días para cambiar tu vida, Domina tu mente, Piense y hágase rico, Un milagro en 90 días, Almas imparables, Quiérete mucho, Descubre el placer de estar contigo mismo…
Pues bien.
La gente quiere ser feliz y realizar sus sueños, nada en contra.
Pero demasiadas veces se consigue justo lo contrario.
Circula por ahí una ansia de sentirse bien, positivo y contento todo el rato a costa del propio bienestar real. Es un poco raro.
No sé, mira si es buena idea dedicar energía a eliminar absolutamente todo indicio de mal rollo, de adversidad y de infortunio.
Quizás un poco de mal rollito te da el impulso a explorar nuevos caminos y descubrir algo que de otra manera no hubiese sido posible.
Tengo la sensación que la vida necesita un poco de todo para seguir funcionando, para seguir aprendiendo y para seguir creando. No solo cosas buenas.
Te deseo la justa medida de calamidad para que vivas una vida con MAYÚSCULAS.